Emmerson Mnangagwa ha tomado posesión este viernes como nuevo presidente de Zimbabue, el segundo que tiene el país desde su independencia en 1980, poniendo fin así a una crisis abierta por su destitución como vicepresidente a principios de noviembre y que provocó una intervención del Ejército que se ha saldado con la dimisión de Robert Mugabe.

Mnangagwa ha jurado el cargo en el estadio de Harare ante decenas de miles de zimbabuenses y en presencia de varios presidentes de la región, así como el jefe de Ejército, general Constantino Chiwenga, y otros altos cargos militares y del partido gobernante, el ZANU-PF.

Su juramento ante el presidente del Tribunal Supremo, Luke Malaba, ha sido celebrado con gritos de júbilo por los presentes en el estadio, donde está previsto que más tarde ofrezca su discurso inaugural.

Sustituye a un Mugabe que ha estado 37 años en el poder y que, tras su renuncia, ha conseguido la inmunidad tanto para él como para su familia. Además, no se abrirá ninguna investigación sobre sus negocios.